“Cuando hay trabajo comemos dos veces en el día y cuando no…chicha de maíz”
Testimonio del indígena que lleva un mes como acompañante de una pequeña internada en la Clínica de la Costa.
Franco Epinayú es el indígena Wayúu acompañante de la niña de 18 meses de nacida que desde el 7 de enero se encuentra hospitalizada en la Clínica de la Costa a donde llegó en estado delicado con problemas respiratorios y una desnutrición grave.
El testimonio de este indígena es una descripción de la realidad social que se vive en esa zona del litoral Caribe por las necesidades básicas insatisfechas y careciendo de lo mínimo para la subsistencia.
Si no tienen el servicio de agua, cuando llueve es que se abastecen del preciado líquido. “Lo que pasa que allá como no está lloviendo. Falta agua. Como cuatro años no llueve. No tenemos” afirmó.
Para abastecerse del líquido, Franco y su familia, quienes viven en la Ranchería Atachonka, en Manaure, La Guajira, buscan el lugar más cercano, a unos tres kilómetros de la ranchería. La sacan de un pozo “y es agua salobre” que es la que consumen. “Hay que tomarla así”.
También reclaman salud. “A veces no llegan las brigadas” sostiene Franco Epinayú.
Como si fuera poco la falta de gua, también faltan los alimentos. “Cuando uno trabaja a veces se come dos veces. Poquito, pero se come”. Y peor es cuando no hay trabajo. "No hay qué comer. Nada más tomamos chicha de maíz” dice.
Y pese a que los médicos no han podido aumentarle el peso a su sobrina, Franco cree en el esfuerzo de los galenos y que se de el milagro de que la pequeña no haga parte de la cruel estadística de niños que han muerto por enfermedades asociadas a la desnutrición.